jueves, 4 de marzo de 2010

TOM SCHOLZ, EL "ROCKMAN"

Vamos a dedicar esta nueva entrada a un personaje que nos mostró una nueva forma de escuchar las guitarras en el rock'n'roll. Aunque nunca se le ha incluído en ese exquisito elenco de los grandes guitarristas del rock, su sonido fue especialmente original y a la vez tremendamente arrollador.
TOM SCHOLZ se graduó en Ingeniería Mecánica en el MIT de Boston, la ciudad que más tarde daría nombre a su banda. En su juventud, el único contacto con la música fue a través del piano que aprendió a tocar cuando era niño, puesto que a la guitarra no empezaría a dedicarle tiempo hasta los 21 años. Mientras tanto estuvo trabajando para Polaroid, aportando los conocimientos adquiridos en su carrera y participando en importantes proyectos, pero totalmente apartado del mundo de audio, donde precisamente sus inventos y patentes han sido más reconocidos. Incluso llegó a fundar su propia compañía (SCHOLZ RESEARCH & DEVELOPMENT) para desarrollar la linea de productos ROCKMAN. A través de esta marca comercializó parte de sus diseños de amplificadores y procesadores analógicos para guitarra. El primer producto comercializado por ROCKMAN fue un pequeño amplificador de auriculares que simulaba  los desgarradores sonidos de guitarra que, junto con sus pegadizas melodías y las armonías vocales,  hicieron tremendamente popular el primer álbum de BOSTON.


Precisamente esa capacidad de sintetizar música y ciencia fue lo que le llevó a encontrar ese particular sonido. Aunque la producción del álbum la firman a medias JOHN BOYLAN y el propio TOM SCHOLZ, fue Tom el principal artífice del sonido resultante. Realmente, sin querer quitarle mérito dado que se trata de un productor que ya en esos años poseía una gran experiencia, la principal aportación de JOHN BOYLAN fue conseguir el contrato con la multinacional EPIC. De hecho, gran parte de las pistas del ese primer álbum fueron grabadas en el sótano de Tom con un viejo magnetófono de 8 pistas. JOHN BOYLAN cuenta como le asombraba la forma que tenía Tom de experimentar con los sonidos de guitarra, basándose en los análisis que previamente hacía con un osciloscopio.
Tras el enorme éxito del disco, principalmente gracias al single "More Than a Feeling", en 1978 editan su segundo álbum, "Don't Look Back". Utilizando la misma fórmula pero con más medios y mucha más experiencia, Tom consigue unos momentos realmente fascinantes usando capas y capas de guitarras que aparecen y desaparecen cuando lo requiere la canción, creando una dinámica espectacular.
A partir de este momento BOSTON entró en una fase de problemas con su compañía discográfica que retrasó enormemente la aparición de su tercer álbum, que no se publicó hasta 1986, ocho años después. Durante los siguientes años publicaron algún álbum mas (el último en 2002), pero con un éxito más discreto. 
De todas formas, ahí nos queda la guitarra de TOM SCHOLZ y sus ROCKMANS, que nos permiten el privilegio de tratar de acercarnos a su sonido.

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